🍁 SWEET CHESTNUT - La noche oscura del alma - Espiral Azul

🍁 SWEET CHESTNUT - La noche oscura del alma

Sweet Chestnut flor de Bach

 🍁 SWEET CHESTNUT - La noche oscura del alma

¿QUE NOS DICE LA SIGNATURA DE SWEET CHESTNUT?


El Castaño dulce crece rápido y puede alcanzar los treinta metros de altura.  Es un árbol longevo con un tronco que pude llegar a ser muy grueso, de gran tamaño y en algunos hasta hueco.  Sus hojas simples, alternas y lanceoladas, son caducas.
Florece en verano y tras ser fecundadas las flores femeninas rodean las castañas (semillas) en una funda espinosa que se denomina erizo.
El castaño dulce es capaz de rebrotar aún después de talado, de allí que se lo considere como al ave fenix, capaz de resurgir de sus propias cenizas.


CLASIFICACIÓN DENTRO DEL SISTEMA BACH


Sweet Chestnut fue la última flor que el Dr. Bach incorporó al sistema. Pertenece a los 19 últimos remedios de Bach.  Está dentro del grupo de las flores para el Desaliento y la desesperación.






¿PARA QUIEN ESTÁ INDICADO SWEET CHESTNUT?


El arquetipo de Sweet Chestnut es la muerte simbólica, la noche oscura del alma. Decimos siempre que el frasco que contiene Sweet Chestnut es ese que ningún terapeuta quisiera tener que abrir nunca.  Es la flor indicada para los casos de angustia mental extrema, en situaciones donde la persona siente que ha llegado al límite máximo de su resistencia e incluso no encuentra más sentido para seguir viviendo.  Un caso típico en terapia floral es el de padres que han perdido un hijo, ese dolor incomprensible para los demás y que altera todo curso natural de la vida, esa es una situación típica donde Sweet Chestnut puede acompañar el proceso del duelo.  En general, cualquier situación que involucre un duelo profundo, un abatimiento insostenible o una depresión que parece no encontrar fondo.


¿CUAL ES EL ASPECTO POSITIVO DE SWEET CHESTNUT?


La evolución hacia un estado potencialmente positivo con Sweet Chestnut es la liberación de la desesperación y el desaliento. Es probable, casi siempre en estos casos, que las circunstancias externas no hayan cambiado, la pérdida está ahí, sigue estando, pero la persona se puede enfrentar con paz interior y hasta con optimismo al nuevo escenario de su vida.

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